El gran cantante y actor negro, Paul Robeson ha alcanzado el pináculo de la gloria. La crítica del mundo, unánimemente, lo considera el mejor intérprete de Otelo de todos los tiempos. Este triunfo tiene enorme significado para la vida de Robeson, porque señala la meta de su trayectoria humana y artística. La tragedia del inmortal Shakespeare, como es sabido, plantea un drama racial que destroza el corazón de Otelo y que, interpretado por el gran actor negro, se convierte en condena contra la opresión de sus hermanos de raza en los Estados Unidos. Robeson podría vanagloriarse como ningún otro hombre, si no fuera modesto y sencillote, de haber alcanzado el triunfo de un ideal incubado desde la infancia.
RO B E S O N , H I J O D E L A S P L A N T A C I O N E S
Su padre, el esclavo William D. Robeson, hijo de dos africanos bantúes que pertenecieron a un tal Robeson, logró escapar de las plantaciones de tabaco y algodón de su amo, y refugiarse en New Jersey.
Religioso, como la mayoría de los negros, pronto se hizo pastor protestante hasta llegar a ser muy estimado por sus feligreses.
El viejo Robeson se casó con otra negra, Mary Bustill, con la que tuvo ocho hijos, de los que solo sobrevivieron cinco. Paul, el menor de ellos, nacido el 9 de abril de 1898. Por esta circunstancia, cuando murió trágicamente su madre a consecuencia de tremendas quemaduras que le desfiguraron el cuerpo y el rostro, su padre envió a los hermanos mayores a estudiar en distintos estados, y se quedó con
el pequeño Paul.
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